Jesucristo se levanta
y a sus discípulos llama.
Viéndolos a todos juntos
de esta manera les habla:
Quién de vosotros, hermanos,
morirá por mí mañana?
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Ninguno responde nada,
si no es que San Juan Bautista,
que predicó en la montaña.
Esa muerte, Señor mío,
para vos está nombrada.
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De ahí sale una mujer,
que Verónica se llama.
Le limpió el Sagrado Rostro
y tres figuras figuraba
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Una está en Jey
la otra en Roma
y la otra
en el Cielo está.
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El que esta oración rezare
los siete viernes de Cuaresma
saldrá su Alma limpia y pura
como la luz de una estrella.
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Oración dictada por mi tía Sarita, el domingo 12 de marzo de 2006
1 comentario:
Esta oracion es de tan importante como el padre nuestro.
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